El Sábado asistí a una de las celebraciones mas comunes: las bodas..
Por un lado son los enfrentamientos con los demonios de muchos :
La comida: la entrada, la sopa, el primer tiempo, el segundo, la mesa de postres, los refrescos, los chilaquiles de la madrugada,, etc.. Para alguien con trastornos alimenticios ( y conozco muchos) este día puede representar un gran issue..
Lo aparente no se deja de lado,, el saber que ponerse o no,, en ocasiones es todo un problema: el vestido, los zapatos, la bolsa, la corbata, en fin, esos detalles con los que se logra cumplir a lo requerido, siempre y cuando,, claro, no seas tu quien se convierte en "el o la peor vestida/o"..
La soledad: no hay nada como ser el soltero de la mesa, ver quienes ya se casaron o están por hacerlo,, pero sobre todo ver el lugar de al lado vacío,, donde lo único positivo que puede haber,, es que si te gustó mucho algo del menú puedes pedir el de tu "acompañante fantasma"..
El alcohol : todo lo mencionado anteriormente deja de tener importancia en el momento en el que el vodka, el ron, el tequila y el whisky hacen su aparición,, porque ahí si ya todo deja de importar y, o te la pasas muy bien, muy mal, o de plano no te acuerdas de la mitad de la noche, pero....¿Qué importa si casi todo mundo esta igual?
Los instintos mas primitivos salen a flote en medio de los empujones y los gritos para ganarse el ramo y la liga,, exhibiendo así la desesperación total ya reafirmada por unos cuantos shots....
Nos agotamos físicamente moviendonos al ritmo de " La Ventanita",," El Venado" ,, Timbiriche y todo un recorrido musical a través del tiempo y de la noche en donde eso si, nadie se salva de por lo menos un pisotón..
Y así,, la pista de baile se convierte en un enorme carnaval de gente disfrazada,, baile y baile,, hasta que literalmente el cuerpo no da más (o sí llegando al cuarto)..
Por el otro,, festejamos la cristalización del happily ever after de alguien querido,, que ha tomado la decisión de compartir su vida con alguien,, haciendo testigos de esa felicidad a los mas cercanos y a Dios,, celebrando así en grande y todos juntos..
Yo en medio del caos escribía " y de entre la música me escucho"....
Y así fue,, porque al mismo tiempo que celebraba la unión de mis amigos,, pensaba en que también era buen pretexto para celebrar la mía conmigo.....
sonreír desde adentro sin pensar,, teniendo también como testigos a los que amo,, a Dios y a la vida..
