Hagamos lo que hagamos los años nos alcanzan,, eso sin duda es inevitable.. Poco a poco se quedan atrás los días en los que la única preocupación era tener "el" permiso para salir a jugar,, ahora,, jugamos en la vida sin pedir permiso y nos damos cuenta que el tiempo no le pertenece a nadie..
Las heridas no se ven como el raspón en los codos por patinar,, pero duelen más cabrón,, diferente.... las lágrimas cuestan en salir porque nos enseñaron que los grandes no lloran....
La realidad se nos presenta tarde o temprano y las decisiones,, distan mucho de saber de que sabor queremos nuestro helado,, o que tan fuerte hay que soplar para apagar las velas del pastel (que amaba hacer por cierto),,
muchas cosas se dejan de conseguir con un "por favor" ....
Pero si ese pequeño ser que sigue habitando dentro de nosotros se manifiesta de vez en vez,, logramos entender,, que ver a través de sus ojos hace que los días se alivianen,, aunque haya que volver invariablemente donde los adultos....
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