martes, 29 de julio de 2008

HUEVOS!











Nuestras primeras inversiones sentimentales suelen resultarnos muy caras.
Nadie tiene la amabilidad de advertirnos sobre el riesgo que estamos tomando y es por eso que sin pensarlos dos veces... ponemos todos los huevos en una canasta.
Conclusión: (perdón por la expresión)
Nos "damos en la madre" y nunca, NUNCA vuelve a ser como esa primera vez...
El paso de los años hace de las suyas, y es por eso que nos volvemos precabidos en demasía a la hora de decidir cuanto nos vamos a jugar...
resultando mas fácil hacerlo sólo con un "par de huevos" antes de involucrar el alma.

JA JA JA!
Buenas noches...

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