Me levanto a la seis de la mañana (cosa rara en mi),,
pero es que entre los grillos,, los pájaros,, las risas de la cocina y mis pensamientos,, conciliar el sueño se vuelve mas difícil incluso que en la ciudad misma..
Ahora escribo aquí,,
mirando el paisaje y tomando una taza de café con leche,,
nos damos mutuamente los buenos días porque el sol ni siquiera ha salido..
Y entre todas estas hojas que vuelan hacia no se donde,,
juntos respiramos ese aire de serenidad,,
mi sonrisa les sigue en agradecimiento por un nuevo día..
domingo, 13 de febrero de 2011
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