El mochachino de Espresso Americano (el Starbucks hondureño),, era una de esas pequeñas cosas que disfruto de las que siempre hablo,, comparable a mis vasos de tapioca y a las pequeñas gelatinas de sabores que ya no consigo por ningún lado.
No había viaje a Honduras en el que por lo menos no me tomara una docena de ellos, de ahí el sobre peso al regreso, pero bueno, nada era tan preocupante como para negarme uno de mis gustos en este país. Además claro de la comida Libanesa que Noemi prepara, pero bueno, la sopa de pipian, el kibbeh, el falafel, el knaffe, las pupusas, ya son otra historia....
Se preguntaran a que viene todo esto, y la repuesta es la siguiente. La sensación de esta mezcla de café con chocolate, con esos pequeños trozos de no se que en un delicioso frappe, no eran cosa de todos los días, y la verdad es que seguirían siendolo de no ser porque el otro día accidentalmente hice el descubrimiento.
Mientras salía del único centro comercial de Tegucigalpa se me atravesó un "Espresso Americano" y por supuesto que no puse en duda realizar una escala. Sin proponermelo, después de que me cobro seguí a la cajera con la mirada hasta que vi como vertía los ingredientes en la licuadora junto con el hielo, y cual fue mi sorpresa al ver que el ingrediente secreto no eran mas que un par de galletas Oreo.
No es que este bien o mal, simplemente el encanto de los mochachinos se terminó. Ahora pido te verde frappé preparado con agua.
*MORALEJA:
La curiosidad mato al gato
Si no quieres saber !No preguntes!
El que busca encuentra
Asi que mejor como yo,, siguele escribiendo cartas a Santa Claus,, solo no te quedes despierto toda la noche esperando a que llegue.
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